…el chicle puede ser bueno para nuestros dientes?
Masticar chicle puede tener ciertos efectos beneficiosos para nuestra salud bucodental siempre y cuando hablemos, claro está, de chicle sin azúcar, y siempre que, como en todo, no nos excedamos en su consumo diario.
Es cierto que la industria de la goma de mascar ha propiciado muchas campañas para difundir sus ‘bondades’. Más allá de la publicidad, lo cierto es que nos quedamos con algunas de sus ventajas.
El chicle puede ayudar a prevenir la caries por el hecho de que es capaz de producir mayores índices de salivación que ayudan a elevar los niveles de PH que protegen los dientes de la acción de los ácidos, que pueden llegar a dañar el esmalte y, por ende, dejar el camino libre a la aparición de caries.
Masticar chicle también puede contribuir a remover los alimentos que han quedado entre los dientes tras una comida y evita la sensación de boca seca.
Sin llegar a un exceso que sería perjudicial, el chicle puede ser una excusa para ejercitar las mandíbulas y encías. Además, puede evitar tendencias hacia el bruxismo y es un método eficaz para paliar la halitosis.
No obstante, el consumo del chicle no sustituye, ni mucho menos, al cepillado dental ni al uso de otros elementos como el hilo dental. Solamente constituye una ayuda que debe de ser apoyada por una frecuente y eficaz higiene bucodental.
Ya en épocas antiguas los humanos recurrían a elementos como la resina, hojas u otros para mascar en la boca.
¿Sabías que fue en la Segunda Guerra Mundial cuando los americanos popularizaron y extendieron el hábito de mascar goma?